domingo, 29 de marzo de 2020
jueves, 26 de marzo de 2020
¿Para qué es internet?
¿Será que llevamos años utilizando internet para lo que NO es? Según la etiqueta (#) propuesta en redes sociales por el Gobierno nacional en cabeza del Ministerio Tic y sus descentralizados del ramo: #UsoInternetParaLoQueEs parecería que las instrucciones de uso, que nunca nos socializaron, dicen que internet es para el teletrabajo y la educación virtual y que NO es para ver videos o cualquier otro tipo de entretenimiento que genere tráfico en la red (música, juegos, memes,etc).
Aunque parece más un problema semántico que de pertinencia real de la iniciativa, no resulta comprensible que el Ministerio de las Tecnologías de la Información y la COMUNICACIÓN, que promueve la economía naranja, priorice unas actividades sobre otras para el uso de la red informática mundial y, menos, que relegue los usos de productos culturales de entretenimiento que son parte fundamental de las industrias creativas.
Es inevitable que en tiempos de cuarentena el consumo de internet se dispare y es un hecho que el ancho de banda disponible es un bien finito que se debe cuidar, en esa medida el llamado al uso racional de internet debe ser a todos los usuarios tanto los ociosos como trabajadores, estudiantes y profesores.
¿Cuántos de los que están haciendo tele trabajo calientan silla y consumen ancho de banda en videoconferencia para que los vea el jefe mientras en realidad chatean o ven redes sociales? ¿Cuántos estudiantes y profesores se conectan en sincronía para recibir una clase que puede ser reemplazada por lecturas bien seleccionadas y un foro? o ¿Qué tan necesario puede ser para la salud mental de los confinados tener actividades lúdicas en los llamados horarios pico? ¿A dónde queda el discurso de promover las industrias culturales y creativas si en tiempos de crisis son las primeras en ser sacrificadas?
Mientras, por parte de la institucionalidad, se invita a los usuarios de la red a hacer un uso responsable -casi como un sacrificio- los operadores han dicho que están trabajando para garantizar el correcto funcionamiento de sus redes y que lo más probable es que no habrá colapso, pero, si no se asume con consciencia la coyuntura, sí podría haber ralentización del servicio. Paradójicamente al mismo tiempo anuncian la ampliación de la velocidad de internet adquirida por sus usuarios y la liberación de canales premium porque, al fin y al cabo, el entretenimiento es fundamental en tiempos de encierro.
Mientras tanto, de acuerdo con la definición del portal lifeder.com, yo #UsoInternetParaLoQueEs: Búsqueda de Información, Comunicación Directa, Contacto en Redes Sociales, Investigación, Educación, Transacciones Financieras y Comerciales, Mercado Laboral, Entretenimiento y Ocio.
Nos vemos en la red (o)
viernes, 20 de marzo de 2020
Dos Caras
La sacó barata la ‘influencer’ Epa Colombia después de destrozar un portal de Transmilenio e incitar a sus más de 800 mil seguidores al desorden social, unjuez consideró que no era peligrosa y la dejó ir para su casa, acto seguido la noticia del generoso fallo pasó a ser de segunda plana, opacada -con justa causa- por la noticia mundial de la pandemia por cuenta del coronavirus.
La diferencia entre un medio de comunicación exitoso y uno que no, es la cantidad de usuarios a los que llega; para los medios convencionales esta medición, llamada rating, además de ser compleja es costosa y, sobre todo, determina el ingreso -en términos de pesos- que le puede significar al medio de comunicación llegarle a X o Y número de personas. Los creadores de contenido sobre plataformas digitales, que a la luz de Manuel Castells son ‘Autocomunicadores de masas’ no sufren por esos datos: las mismas plataformas (redes sociales en términos genéricos) le suministran las cifras, además, no incurren en grandes costos de producción de contenidos, pero eso si, ambos, plataformas convencionales y digitales, cobran conforme más alto y comprometido sea el número de espectadores, seguidores o usuarios.
La señora Daneidy Barrera, quien contaba con un importante número de seguidores, muy posiblemente, estuvo motivada por el dinero y por esto causó los daños a las instalaciones públicas y puso en riesgo la vida de quienes le seguían y de los usuarios del servicio destruido. Su ‘arma’ fue su cuenta de redes sociales y su capacidad de influir en un potencial de 800 mil personas, pero aún así no se consideró un peligro para la sociedad, no importó que, sin pudor y más bien con cinismo e ignorancia se valiera de acciones desmedidas para llamar la atención y de esta forma incrementar el número de seguidores que, en últimas, representan un aumento en sus ingresos, esos que ahora alega no poseer para alivianar la responsabilidad que le corresponde por destruir lo que es de todos.
Infortunadamente este tipo de acciones en busca de más ‘espectadores’ es el común denominador, cunden las noticias falsas que pretenden generar tráfico y las cadenas de especulaciones que se riegan como pólvora. Más la moneda tiene otra cara, a raíz de la necesidad de permanecer en casa para evitar la diseminación del coronavirus, han aparecido una gran cantidad de iniciativas que cumplen el mismo propósito pero, evidentemente, de mejor y más agradable resultado, conciertos de grandes artistas gratis en redes sociales, aperturas de espectáculos como la opera, libros, juegos y aplicaciones digitales disponibles para todos son opciones que hacen visibles a los creadores y que alivianan el peso de días de encierro y zozobra.
Vamos a apoyarlos porque ellos sí lo merecen.
viernes, 13 de marzo de 2020
India Catalina y Tv Pública + Video Columna
El próximo sábado se conocerán los ganadores de la trigésima sexta entrega de los premios India Catalina en donde la televisión pública obtuvo 79 de las 155 nominaciones.
La participación de la tv pública en la premiación más importante de la industria audiovisual en Colombia no es un hecho fortuito, hasta el año 2007, aproximadamente, los productos de los canales públicos nacionales y regionales eran prácticamente invisibles para el comité técnico que se encarga de seleccionar las piezas que los miembros votantes premiarán. A partir de ese momento la Comisión Nacional de Televisión comenzó a aportar recursos para la realización del evento y a promover la participación de los productores de contenido televisivo, fue así como, tímidamente, se incluyeron categorías que permitieran valorar los productos audiovisuales realizados con recursos públicos, fundamentalmente de género informativo.
Después de más de una década las cosas han cambiado; en la presente edición 3 de los 4 nominados a mejor documental son públicos y el crecimiento no para allí, las categorías que antes estaban reservadas para las grandes casas productoras y canales de televisión privada como: mejor serie o telenovela, director, actor y actriz protagónico o guion de ficción, solo por poner un ejemplo, se enfrentan cabeza a cabeza en una relación 3 a 2 con superioridad de la pública.
A simple vista las cifras son alentadoras y es deseable que se mantengan así, pero esto no debe impedir hacer un análisis crítico de la realidad de la industria audiovisual en las regiones, el auge de la ficción en la televisión pública, producto de políticas determinadas por el regulador, que en últimas es quien determina en donde y en qué pone el recurso para producir, ha generado una maduración acelerada de las productoras (en particular en las pequeñas regiones) que deviene en importaciones de talento y equipo técnico fundamentalmente de Bogotá. Así las cosas, muchas de las piezas nominadas son una amalgama de talentos y técnicos que no necesariamente representan la región que las postula. Eso, en principio, no está mal, pero hay que procurar el crecimiento y establecimiento de las productoras regionales que estén en condiciones de producir con talento y equipo local, es decir, que los importados complementen y ayuden a formar, pero, que la cuota de personal local sea superior, tal como lo estima la reglamentación de cine en Colombia sobre las piezas cinematográficas nacionales. Al fin y al cabo, el dinero llega a los canales regionales y debería quedarse en la región.
La ministra Constaín manifestó que el Min Tic seguirá apoyando las producciones públicas. ¡Que así sea! importante que el apoyo consista en financiar historias que representen la identidad de los territorios, -como hasta ahora se ha hecho- que los recursos lleguen para las productoras locales y que se incentive la formación de talento y equipo técnico para hacer cada día una industria audiovisual regional más profesional.
martes, 10 de marzo de 2020
Arte y Mendicidad
Del mismo modo y en sentido contrario, como diría una conocida candidata al reinado Nacional de la Belleza, el arte y la cultura están plagados de mendigos. De mendigos que piden boletas y entradas gratis a espectáculos y de artistas -mendigos- que viven de lo poco que da el estado a la cultura.
Hace unos días Crisanto Vargas Vargasvil anunciaba en su página de Facebook que cerraba las puertas de su teatro en Medellín y lo hacia con la reflexión que motiva esta columna: “Recuerden valorar más a nuestros artistas y dejemos la cultura de limosneros del arte, estar pidiendo boletas regaladas es menospreciar el trabajo de los artistas. A cuentos taxistas se atreve usted pedirle que le regale la carrera, o en cuantos supermercados pide que le regalen la carne y la leche?
Yo ya cumplí con mi tarea, espero que las nuevas generaciones le den más estatus y valor al arte.” Un ‘recorderis’ necesario en un momento en el que el mundo necesita arte pero el dinero cada vez alcanza menos.
Yo ya cumplí con mi tarea, espero que las nuevas generaciones le den más estatus y valor al arte.” Un ‘recorderis’ necesario en un momento en el que el mundo necesita arte pero el dinero cada vez alcanza menos.
En los últimos años los gobiernos nacionales han reducido el recurso destinado a la cultura de manera dramática, mientras en 2015 se invertían, según los datos de la página del Ministerio de Cultura, 202.091 millones de pesos para 2020 se presupuestó 144.558 millones de pesos para el apoyo al arte y la cultura, una disminución alrededor del 30% que impacta directamente en los procesos de formación, exhibición y creación, pero, el reclamo de Vargasvil justamente se trata de invitar a no depender estrictamente del dinero estatal para desarrollar proyectos artísticos y culturales; lo que no exime a los dirigentes de buscar mayor participación del presupuesto público en el sector cultural y de ponerlo a disposición de una manera transparente.
Las convocatorias, bolsas de concertación y estímulos y los convenios directos, pueden y deben ser la base -un ‘colochón’- que amortigüe las dificultades iniciales de la financiación de la cultura, mas,si un proyecto depende de estas para subsistir, es una mesa de tres patas que más temprano que tarde caerá por falta de equilibrio.
Nos corresponde a los que nos importa la cultura actuar como diseminadores de la semilla de las buenas practicas de los espectadores, enseñándole a nuestros hijos, amigos y allegados a disfrutar del arte y a asistir a los escenarios culturales, sin remordimiento, porque no se trata de un gasto sino de una inversión, pagando el valor que merece cada obra, un valor que puede ser de más o menos pesos, porque,también hay que decirlo, no todo lo que nos quieren vender es arte o para aplicar el concepto del youtuber de la plástica Antonio García Villarán hay quienes quieren que paguemos por hamparte.
viernes, 6 de marzo de 2020
Somos el pago
Suele decirse en el cibermundo que, si no pagamos por los servicios que consumimos en la red, nosotros mismos somos el pago. Esto queda estipulado en los contratos físicos o virtuales que constantemente formalizamos, la mayoría de las veces de manera inadvertida, con los prestadores de servicios, las plataformas digitales o incluso en las bases de datos de las entidades públicas.
Está de moda escuchar o leer: “su información será tratada conforme a la normatividad legal vigente” ¿pero somos los ciudadanos conscientes de lo que eso significa?, “al dar clic aceptará los términos y condiciones” ¿nos molestamos en leer esos términos? Lo más probable es que por el afán de salir de la tarea y de conseguir el acceso de manera rápida a lo que buscamos no nos detengamos a reflexionar sobre las consecuencias de esa pequeña acción.
“Cada aplicación es examinada detenidamente antes de instalarla, me convertí en el papá que lee los términos de privacidad y dice: — no, ahí dice que leen tus mensaje”. Es la declaración de David Carroll, padre de dos menores de edad, profesor universitario y uno de los protagonistas de Nada es Privado, el documental de Netflix que puso al descubierto la manera como Cambridge Analyticausó las bases de datos de Facebook para aplicar un test que les permitió identificar a los votantes más influenciables y así bombardearlos con los mensajes que definirían las elecciones del 2016 en Estados Unidos.
Es difícil no andar por la vida compartiendo información básica: nombre, identificación, correo electrónico, etc. El manejo de este tipo de datos, en Colombia, está regulado desde el 2012 por la ley 1581 y bajo la lupa de la Súper Intendencia de Industria y Comercio, quienes hace apenas unos días requirieron a Facebook para que en menos de 4 meses mejorara la protección de los datos de 31 millones de colombianos usuarios de la red, pero más allá de lo que haga la compañía ¿qué responsabilidad nos cabe a los cibernautas? ¿por qué estar respondiendo encuestas que piden datos sensibles y ponen en evidencia nuestros más íntimos detalles? ¿Por qué abrir la puerta a aplicaciones que maliciosamente roban nuestros datos directamente de los dispositivos digitales?; los especialistas en mercadeo y sicología lo tienen claro, porque somos curiosos, antojados, snobistas y un largo etcétera que nos hace vulnerables.
La idea no es caer en paranoia y sentirse perseguido o violado todo el tiempo, no se trata de suspender el uso de dispositivos móviles o de irse a vivir aislado en la montaña, con tener consciencia de que cada clic tiene consecuencias seremos mas cautos con nuestras acciones digitales y sobre todo las de nuestros hijos, así pues, por ejemplo, no hay que caer en la tentación de saber cómo nos veremos más viejos, con rostro de mujer o la novedad del momento porque recuerden: Somos el pago.
Zapping: Se hizo tendencia la nueva canción autobiográfica de Residente de Calle 13. Al momento de escribir esta columna tenía 46.043.210 visitas en youtube a tan solo unos días de su lanzamiento -lo que significa dinero contante y sonante- Yo, a pesar de la buena crítica que ha recibido, no me como el cuento de la vida dura y triste que nos quiere VENDER René, más bien me quedo con una frase de la canción que en realidad parece una confesión “En la industria de la música todo es MENTIRA, mijo, tienes que comer así que sigo de gira”
@jorgeurrea en tuiter
Literatura -Al Aire-
La Obra del escritor Orlando Montoya (1947 – 2008) es una evidencia, irreverente y descarnada, del Quindío en el que él existió y un testimonio de las vidas de sus amigos y allegados, así lo deja entender el trabajo de grado de la licenciada María Angélica Carmona dedicado al intelectual y artista calarqueño,titulado Volúmenes de una Vida, Un acercamiento a la obra de Orlando Montoya (2016).
En publicaciones como: Vidas ajenas (1992), La maravillosa gente común (1995) y De momento la vida (2007) Montoya retrató la sociedad quindiana, sin adornos y como lo expresa Carmona “ahondando en problemáticas de tipo social, político y económico, desde las esferas más humildes, a través de la palabra sencilla, construyendo a forma de collage la historia de la región”.
Esas historias son la materia prima de la serie de ficción, homónima, La Maravillosa Gente Común, que está al aire por estos días en el Canal regional Telecafé. (ver promoción) con la adaptación de libretos para televisión de Arleth Castillo (Amor de Carnaval,Niche, Rafael Orozco) y la producción de un equipo de realización del eje cafetero encabezado por dos egresadas uniquidianas: la productora Érika Carvajal y la directora Ximena Salas, dupla que en 2019 realizó Corazón Violeta inspirada en la vida de la poeta Carmelina Soto (Piloto Corazón Violeta) y que se ha esforzado por crear contenidos de valor cultural y de recuperación de memoria de la región.
En la serie, que pone al aire 12 cuentos seleccionados de Orlando Montoya, se aprecia el escenario del Quindío como telón de fondo y está narrada con un lenguaje audiovisual concreto y efectivo, es decir sin artificios efectistas más bien con propuestas visuales sinceras y realistas, lo que interpreta de manera justa la narrativa de Montoya, es de destacar el casting y la banda sonora que también logra ambientar el eje cafetero de los ochentas.
La Maravillosa Gente Común forma parte de un paquete amplio de buenas piezas audiovisuales hechas por pequeñas y medianas productoras de provincia que, debido a la política pública promovida por la Autoridad Nacional de Televisión en la que se asignó presupuesto de manera privilegiada a las historias de ficción, protagonizaron un auge de los contenidos dramáticos en la televisión pública; lo digo en pasado porque el presente es incierto.
El insipiente ecosistema local de producción en el que conviven realizadores,técnicos, talento y prestadores de servicios logísticos, solo por mencionar algunos de los actores del mismo, corre el riesgo de vivir la ruptura de una burbuja de la producción de ficción por cuenta de los cambios promovidos en la ley 1978 mejor conocida como ley Tic, es poco lo que la industria de la producción audiovisual regional sabe sobre lo que será el acceso a los recursos para la realización de producción de mediana envergadura y por lo tanto reina la incertidumbre y se pone en peligro la continuidad de proyectos de buena factura e interés público.
Seguiremos a la expectativa de los movimientos, naturales por estos estos días de inicio de gobiernos, que dejen ver hacia donde va el rumbo de la industria audiovisual regional, esperemos que prime la calidad sobre el amiguismo y que la burbuja se consolide en ecosistema.
@jorgeurrea en tuiter.
La Doble Moral 2.0
La denominación dos punto cero (2.0) en el mundo digital hace referencia al paso dado entre la comunicación unidireccional y la posibilidad que brinda la web de interactuar y compartir información en dos o más vías, con ella nacen las redes sociales y a su vez, con estas últimas, la doble moral 2.0.
Dos punto cero de: doble racero, cero empatía; de hipocresía al cuadrado y cero sinceridad; de dos para mi, cero para los demás.
Basta con deslizar el dedo por la pantalla de un dispositivo móvil en cualquiera de las redes sociales para encontrar centenares de opiniones, comentarios, puntos de vista en todos los sentidos sobre los temas de actualidad. El aborto, por ejemplo, suscita posiciones encontradas que son el fiel reflejo de la doble moral, no de todos, pero si de muchos internautas: quienes se oponen al aborto legal se sustentan en el derecho a la vida, pero son los mismos que defienden la pena de muerte. En esa misma línea quienes critican la corrupción y esgrimen la bandera de la legalidad son los mismos que, con el argumento de la libertad, compran o apoyan drogas ilegales que a su paso han dejado abuso, sangre, privaciones y delitos para poder llegar al consumidor final.
Así, la cadena de doble moral va de tema en tema y de opinión en opinión, sobre la libre expresión han corrido millones de bits -y ríos de tinta- justificando la razón por la que los usuarios de la red publican lo que publican. De los demás está permitido expresarse, pero, si las feroces palabras se les devuelven entonces se quejan de ciberbulling y se rasgan las vestiduras mostrándose como victimas, todo esto mientras sus escritos estilan veneno ponzoñoso sin consideración alguna. La paja en el ojo ajeno.
Hace un año, por estas fechas, el senador de Cambio Radical Antonio Zabaraín proponía, usando su twitter, poner control en la web “Regularemos uso de redes sociales.Legislaremos para que estas no sean un instrumento al servicio de resentidos sociales y sicarios morales” La indignación solo salta cuando se tocan los intereses propios, mientras en campaña se crean ejércitos de trolls para defender las propuestas y atacar inmisericordemente a los contendores.
Como dice Drexler: nada es más simple “Cada uno da lo que recibe y luego recibe lo que da” esto, en términos comunicacionales, significa que el problema no es el canal sino el emisor.
Zapping: Un detalle que vale la pena resaltar, el corto ‘La Madre Monte’ (2017) dirigido por Leonardo González, que por estos días representa al Quindío y a Colombia en un festival de cine de terror y fantástico en Perú, contó con la participación del papá del terror en Colombia, el director Jairo Pinilla, a quien sele hizo un homenaje pidiéndole que actuara en la ‘peli’ y un guiño con una escena inspirada en su obra ‘Triangulo de Oro’. ¡En buena hora!
Cuando toca explicar
Resulta relativamente común que en medio de una conversación se exprese alguna idea considerando que el interlocutor tiene claridad de lo que se está diciendo, mientras éste, perdido en las palabras, busca encontrar coherencia en la premisa lanzada con amplia posibilidad de caer en tergiversaciones… ¿o no?.
No pretendo excusar a la vice presidenta Martha Lucía Ramírez, -ni más faltaba- quien, en mi criterio, cayó en este lapsus que puso en evidencia, en el marco de un conversatorio en Medellín, el malestar que provocan los humanistas en el quehacer de algunos políticos. Es algo así: la ‘vice’ no quería decir lo que dijo, pero lo pensaba y su subconsciente la traicionó dejándola en evidencia, por lo menos así se entiende en las explicaciones dadas el domingo en un comunicado oficial.
El fondo de la discusión no está en que los profesionales de las ciencias sociales le parezcamos poco prósperos a la doctora Ramírez, mientras que los de las ciencias duras (que relaciono con las tecnologías de la información y la comunicación en esta columna) podrían tener un “desarrollo profesional más importante”, sino, en que se considere que por cuenta de la evolución tecnológica las profesiones vayan perdiendo valor frente a las necesidades que demandan las Tic.
¡Claro! que se necesitan más profesionales que entiendan las Tic, lo que no es adecuado es promover jerarquías profesionales que pongan a unos por sobre los otros en razón de la remuneración.
No está de más recordar que las vocaciones (estudiadas y guiadas por la sicología) son el fruto de un proceso de elaboración de identidad que se construye a través de los años y que, cómo en todo lo que intervenga el ser humano, es complejo y diverso. Así pues, el trabajo de promoción de perfiles de las áreas Tic, debería desarrollarse desde la escuela, identificando los intereses de los estudiantes y, según las habilidades individuales, haciendo énfasis en los beneficios de las tic para fortalecer y facilitar el trabajo. En otras palabras, los jóvenes que pueden cursar estudios superiores eligen la carrera por la sumatoria de experiencias e influencias que han acumulado en la vida y no porque un político se los sugiera en un conversatorio, y si así fuera, entonces ese joven es muy posible que no finalice su proceso de formación en virtud a que es fundamental una motivación vocacional además de la económica.
Para no tener que explicar es mejor aplicar la manida frase: “…si juzgas a un pez por su habilidad para trepar árboles, vivirá toda su vida pensando que es un inútil”
Zapping: En hora buena por la producción audiovisual de ficción en la región, hace apenas unas semanas se emitió por Telecafé la serie “Abran Campo” y en este momento está al aire “La Maravillosa Gente Común” ambas de gran calidad visual y aporte de contenido para la cultura y la memoria local. Hay un grupo de realizadores que está creando de manera prolífica en el Quindío.
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