Concejo se escribe con c de comunicación, pero al parecer en el caso de la corporación de los armenios, consejo se escribe con s de silencio y solapado.
Expuesto el hecho de haber aprobado un orangután del tamaño de King Kong, no se ha visto mayor esfuerzo por parte de los concejales para comunicar claramente a la opinión pública la decisión que tomaron. Ante semejante revelación ventilada por algunos medios de comunicación, que compromete la estabilidad de la alcaldía y, por ende, de Armenia, se configura una situación de crisis que han debido conjurar con claridad inmediata las partes: el concejo —por aprobar— , el alcalde —por meter el mico— y el gobernador —porque el alcalde encargado lo representa y los artículos se le endilgan como un mandado—.
En comunicación de crisis hay varios aspectos que considerar: la verdad, la claridad, la coherencia, la velocidad y los canales de comunicación. Al momento de finalizar esta columna se conocen las publicaciones de la prensa —no tantas como deberían—, una lacónica entrada web en la página del concejo y un par de infortunadas declaraciones de concejales.
Faltan muchas cosas, pero, sobre todo, falta comunicación. La página de internet del concejo la encabeza un titular que no dice nada: “Plan de Desarrollo 2020-2023” seguido de un lead solapado “En un hecho histórico y sin precedentes hoy 15 de junio el concejo municipal de Armenia ha revocado los artículos 35 y 36 que habían sido aprobados en el plan de desarrollo el día viernes 12 de junio”. ¿Qué es lo histórico?, ¿qué corrijan un error?, ¿qué pretendan hacer ver el reversazo como un acto heroico? o ¿que reconozcan o nos quieran hacer creer los concejales que no leen lo que aprueban?
No es nuevo que algunos de los honorables, esos que se hacen elegir dizque en representación de los ciudadanos, no hagan su trabajo con atención. Memorable es el caso de Simón Gaviria y la firma de la conciliación a la reforma a la justicia en 2012. En su momento W Radio reseñó: “El representante reconoció que leyó la conciliación ‘por encima’ antes de firmarla. ¿En qué nos equivocamos? En el afán del día de no revisar artículo por artículo”. Ya verán la coincidencia.
El martes, este diario publicó las siguientes declaraciones de concejales: “Personalmente yo no conocía el contenido de los dos artículos… vine a conocer en el momento en que se le dio lectura y por la ligereza de ese momento…”, otro manifestó, “yo hasta ni puse cuidado, soy sincero”. Tratar de camuflar este error como un descuido no debería pasar inadvertido para los ciudadanos y sí tener mayor resonancia en medios de comunicación.
Si aprobaron con conciencia, los concejales no representan los intereses de los armenios, si lo hicieron por descuidados, no están preparados para asumir la responsabilidad que los enviste. Pero no deben ser solo ellos quienes respondan, alcalde y gobernador no pueden pasar de agache y seguir en silencio con s de consejo, que rima con conejo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario