El día 24 de julio de 2010 fue inmortalizado por el director Kevin McDonald y los productores Ridley Scott y Tony Scott, quienes con Youtube hicieron el proyecto documental colaborativo Life in a Day, una pieza disruptora —en el sentido de ser precursora de lo que hoy está sucediendo en términos de producción audiovisual—. Más de 80.000 clips de video que contenían más de 4.500 horas de grabación del todo el mundo, fueron recibidos, visualizados y seleccionados para editar una película de 90 minutos en la que se pudo apreciar lo que sucedió en el mundo aquel 24 de julio.
Diez años más tarde, se reúnen de nuevo los creadores para hacer una secuela, para la que convocaron a los habitantes del planeta a retratar, el día 25 de julio del año 2020, la vida que les rodea. Seguramente la cantidad de material que deberá visualizar McDonald será mucho mayor, debido a la resonancia de la primera versión y probablemente también contará con videos más ‘producidos’, considerando que miles de realizadores tienen acceso a equipos de mayor calidad técnica en estos tiempos.
El merito de La vida en un día, radica en ser un documento, casi notarial, del transcurrir de la cotidianidad de manera simultánea. Desde historias personales hasta postales de la geografía mundial se vieron en la versión 2010 y con seguridad, en la continuación del proyecto, aparecerá reflejada la realidad de la pandemia desde múltiples puntos de vista y estéticas, lo que hará muy valioso el registro del momento —desde la perspectiva histórica— y posiblemente más complejo el trabajo de selección y montaje.
La fotografía y ahora el video/cine tienen valor documental porque permiten un cúmulo de información histórica y patrimonial sobre la relación: sujeto/objeto/entorno y pueden ser leídos e interpretados desde la antropología visual. Así, la película se convierte en datos etnográficos, que se reportan de un momento específico, de acuerdo con los elementos contenidos en la imagen: desde la forma de vestir, pasando por utensilios, hasta la geografía o estética. Permitiendo, en un futuro próximo o lejano, comprender el momento retratado y ponerlo en contexto.
La película, fruto de la combinación de las imágenes captadas el 25 de julio y enviadas antes del 6 de agosto, se proyectará en la versión 2021 en el festival Sundace.
Zapping: Duele la partida de Ramón Manrique de este mundo. Ramón fue agudo e inteligente crítico, conocedor de la historia del arte y creador talentoso y prolífico de la plástica y las letras. Los colores de sus obras perdurarán y mitigarán el dolor. Queda el testimonio de su última producción en la exposición: El Arte de Vivir con el Arte, donde plasmó, en una paleta más oscura, una visión escéptica de lo que pasaba con la pandemia y la corrupción gubernamental; también hizo un guiño a Modigliani y klimt entre otros. Un vacío grande deja en el MAQUI y en quienes tuvimos la oportunidad de compartir con él. Fuerza María Cristina.
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