¿Sabe usted lo que es TikTok?
Si esta pregunta se hubiera hecho hace un año lo más probable es que la gran mayoría de los lectores no tendrían idea de lo que se trata, pero hoy, gracias a la cuarentena y la ampliación del tiempo de ocio invertido en el mundo digital esa cifra ha de ser mucho más pequeña.
Según el portal cocktailmarketing.com.mx 20% de los usuarios de tiktok tienen menos de 19 años, 32% entre 20 y 24 años, 27% de los usuarios son personas entre 30 y 40 años y principalmente jóvenes entre 13 y 18 años son los más activos en esta aplicación.
Desde China llega… Una red social, que no pertenece ni a Facebook ni a Google, que ha crecido de una manera exponencial -como un virus- y que se basa, en mi criterio, en el arte de saber hacer el ridículo. Y no lo digo peyorativamente, no. Lo digo haciendo énfasis en la palabra arte; una gran cantidad de los contenidos compartidos en TikTok son producto del talento de ciudadanos del común que participan sus habilidades artísticas (canto, danza, doblaje) consientes o inconscientes, a más de 500 millones de usuarios en la plataforma.
1980, algún lugar del mundo.
Interior. Casa de familia/sala. Noche
En una reunión de amigos adultos, los padres de una familia convencional llaman a su hija de 13 años para que haga la fonomímica de la canción de moda. La niña, tímida, niega con la cabeza y se esconde tras la esquina de una pared -le da vergüenza-, su padre lanza una mirada profunda, sonríe falsamente a sus invitados e insiste. La niña, sin más opción, va al centro de la sala, iluminada con un tenue bombillo amarillo de 60 vatios y procura repetir lo que originalmente fue una tarea del colegio, sincronizar sus labios con la música de fondo, entre verso y verso la escena va tomando ritmo y de la timidez se pasa a la fluidez, la niña encuentra el gusto y al final… risas y aplausos -el premio del artista- que la motivan a continuar.
La familia de amigos se multiplicó, hay ‘tiktokers’ de más de 40 millones de seguidores y el promedio, en todo caso, es superior al de otras redes sociales. De la sala, como escenario o medio, se pasó a la pantalla del celular, del tenue bombillo a poderosas luces led, porque el algoritmo privilegia los videos bien iluminados y estéticos. Pero el espectáculo… es el mismo: histrionismo, el ridículo convertido en arte, en arte que divierte, que entusiasma, que a amortigua el tedio, que provoca risa, a lo mejor para muchos solo es una forma de llamar la atención de manera superflua, pero, así también es el mundo de la farándula.
El siempre vigente Aristóteles definió la mímesis como el fin esencial del arte, como la representación de la naturaleza a través de la imitación, guardadas las proporciones, eso es tiktok, la mimesis la naturaleza contemporánea, espontanea y desparpajada por eso, hoy, es viral.