El reloj biológico se está volviendo loco. Los horarios se corren y en vez de tener más tiempo o de gastarlo, él, el tiempo, nos gasta a nosotros.
Las horas de encierro, en esta cuarentena, se convierten en retos, deberes, tareas que no se superan; que se reproducen, cual Gremlins mojados (para quienes vieron la famosa película de los ochenta)se multiplican cada que se cumple con una meta. Entonces: la ansiedad, la angustia, la desilusión.
El tiempo, como convención social, delimita y organiza las actividades diarias; pone reglas, estructura, se convierte en recipiente contenedor de acciones, pero si no hay compromisos, se desmorona y es allí donde aparecen las licencias.
La licencia de la hora de levantarse -que corre todo el cronograma diario-; la licencia de comer un poco de esto y un poco de lo otro en cualquier momento; la de procrastinar sin remordimiento inmediato; la licencia de quejarse; la de no asearse o asear el lugar de residencia; la licencia de acostarse más tarde; de aplazar el ejercicio o de dedicarse solo a él; de invertir más tiempo en las pantallas; la licencia de hacer lo que antes no se podía por “falta de tiempo”: leer, cocinar, ayudar en el hogar, reparar cosas,(ponga aquí la suya); hay una que se está ‘viralizando’: la licencia de ser comunicadores. –Ahora todos hacen entrevistas y presentan contenidos por internet. Todos saben de todo y ‘se defienden’ con la producción audiovisual. En fin, licencias que en días de aislamiento se hacen famosas en las redes sociales, que descuadran las rutinas y se burlan del tiempo, generando la sensación de que se ha hecho mucho pero no se ha hecho nada.
Para seguir con el titulo de esta columna, y apropósito de los que pretenden determinar qué se debe o no hacer en cuarentena; nadie tiene la licencia para evaluar las acciones de los demás -excepto los jueces- flaco favor hacen quienes pretenden imponer escalas de valores a individuos autónomos o adjetivan el quehacer de los otros. ¿Qué tal si aplicamos la premisa de la canción de Paul MacCartney hecha famosa por Guns n’ Roses?
Vive y deja…
Zapping: Avanza el cuarto mes del año y ni MU (como los de las vacas) sobre las convocatorias de Concertación y Estímulos del departamento. ¿Habrá alguna licencia para no abrirlas en el tiempo estipulado por las ordenanzas?
“Cuentan los que cuentos cuentan” que hay un personaje con nombre de rey, que prefiere los “apoyos” de manera directa, dicen que mueve lo hilos, sí, como los de las marionetas.
¡Estamos hablando de arte!