Descargue Carmesí

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Carmesí es un libro ilustrado de Microcuentos, disponible bajo licencia Creative Commons 4.0 (CC,BY) escrito por Jorge Urrea. Siéntase libre de Descargarlo y compartirlo

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sábado, 31 de julio de 2021

Por un pedazo de Pizza

Por un pedazo de pizza se desató un interesante ejemplo de comunicación que contempla varias de las dimensiones de esta disciplina profesional.

 

Un pedazo de pan con queso y salsa de tomate —para ponerlo en la más simple de las descripciones gastronómicas‑ sacó a relucir la arrogancia y mezquindad de la encargada de un evento que no mencionaré para no aportar a su posicionamiento en la mente de los lectores.

 

La comunicación como dimensión humana está condicionada por las emociones, es por esto que ante la crisis la más importante de las recomendaciones es tomar distancia, aclarar las ideas y hablar pronto y con la verdad. La respuesta impulsiva y reactiva, en un ejercicio de comunicación de crisis, dejará un rastro de titubeos y palabras sueltas que —como dicen en las películas policiacas— podrán ser usadas en contra.

 

El hecho, que podría llevarse a la narrativa melodramática como: héroe defiende a indefenso de villana avara. Se hizo viral rápidamente, justamente por la misma razón por la que la telenovela tiene éxito. Porque la gente se ve identificada en las situaciones de injusticia social, porque la opinión pública se pone del lado del desvalido y ‘el que tiene modo que se joda’.

 

Las declaraciones de la cofundadora de la ‘afamada’ feria de emprendimiento son un claro ejemplo de lo que no se debe hacer ante una crisis de comunicación. Desconociendo el poder de la empatía salió a un medio de comunicación de alta audiencia a manifestar que “por un pedazo de pizza” se estaba destruyendo su maravilloso y trabajado evento. Pobre ignorante, se quiso vender como víctima y solo se ganó la animadversión de la opinión pública enardecida en las redes sociales y aupada por dos de los más reconocidos opinadores del país: Félix de Bedout y Daniel Samper.

 

Ante un festín amarillista el denunciante, envalentonado, sacó provecho de un acto que inicialmente pareció generoso, pero que después se desdibujó ante el revanchismo y el rédito obtenido en la presencia mediática y social.  —No hay de qué hacer un caldo—.

 

Melodrama, medios de comunicación y plataformas sociales crearon una fórmula mediática que se alimentó del anuncio de otras marcas que, según las propias redes sociales, cargan el mismo pecado de la propia feria, pero que, en el ejercicio rapaz de la búsqueda de figuración, anuncian que se retirarán de las próximas ediciones del evento por la contradicción con sus valores ‑pudieron simplemente no volver‑. Mientras, las cadenas de pizza aprovecharon la alharaca y crearon una, rápida y conveniente, estrategia de márquetin blanco que las pone en el otro lado de la ecuación como generosas damas de la caridad. 

 

Al final… todo es comunicación. ¿Se dan cuenta?

 

Zapping: A propósito del actual debate por la eutanasia, el derecho a morir dignamente no se puede quedar pegado en el óxido de mentes que privilegian sus creencias por sobre el dolor físico tangible o la desolación irremediable. Cada cual que crea en lo que quiera y deje que los demás hagan lo propio.

 

Nos vemos en la red (0)  

 

sábado, 17 de julio de 2021

Cuba libre y conectada

En el año 2007 tuve la oportunidad de estudiar en un lugar maravilloso, donde convergen los más importantes profesionales activos del cine y el audiovisual para compartir sus conocimientos. Me refiero a la Escuela de Cine y Televisión –EICTV– de San Antonio de la Baños, en Cuba. Un lugar mágico donde se desayuna, almuerza y cena audiovisual, donde todo gira entorno al mismo tema y donde el conocimiento fluye de manera armónica.

La EICTV es una isla dentro de la isla, allí en ese momento, había algunos lujos que no todos tenían en Cuba, dentro de estos, unos pocos computadores con acceso a internet desde donde los estudiantes podíamos realizar consultas, pero, sobre todo, mantener comunicación vía correo electrónico. Entre clase y clase los compañeros cubanos nos contaban de su forma de vida y nos hacían ver los lujos que representaban, entre otras cosas, por ejemplo, comprar una gaseosa y, sobre todo, el internet. La señal llegaba a la isla vía satélite, ya que los cables submarinos estaban bloqueados, esto encarecía y limitaba el acceso al servicio. 

Apenas hasta 2006 comenzó a entrar el internet a la isla, siempre bajo la lupa de la dictadura, con un reducido número de personas que podían conectarse. En 2009 celebramos que se permitiera el acceso ‘libre’ y después de 2010 se comenzó a masificar; finalmente, en 2018 se conoció la noticia de la llegada del internet móvil.

Hace una semana en las plataformas sociales y de mensajería, gracias al internet móvil y el wifi de algunos hoteles, comenzaron a circular las etiquetas #SOSMatanzas y #SOSCuba acompañadas de mensajes que pedían ayuda humanitaria y libertad para el pueblo cubano. El fin de semana, en un hecho inédito, vimos en las redes sociales a cientos de cubanos reclamando libertad, volcados en las calles y compartiendo las imágenes y arengas desde sus dispositivos celulares. 

Pronto el régimen aplicó la censura, comenzaron los cortes en el servicio de internet en diferentes zonas y manifestaron que no permitirían que la situación se saliera de las manos. El primer paso para retomar el control siempre es bloquear las comunicaciones y esto incluye que los medios —en este caso manejados por el gobierno— miren para otro lado. Sin embargo, los inconformes se las han arreglado para mantener las comunicaciones, usando VPN que ubican las señales en otra latitud, lo que permite evadir los bloqueos o mediante mensajes de texto por donde mueven la información hacia contactos que los difunden masivamente.

Es apremiante la necesidad del acceso libre a internet en Cuba y el mundo, mantener la conexión e información, y, por ende, la posibilidad de evidenciar los abusos. Sea cual sea el origen de estos.

Nos vemos en la red  (0)

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