Por un pedazo de pizza se desató un interesante ejemplo de comunicación que contempla varias de las dimensiones de esta disciplina profesional.
Un pedazo de pan con queso y salsa de tomate —para ponerlo en la más simple de las descripciones gastronómicas‑ sacó a relucir la arrogancia y mezquindad de la encargada de un evento que no mencionaré para no aportar a su posicionamiento en la mente de los lectores.
La comunicación como dimensión humana está condicionada por las emociones, es por esto que ante la crisis la más importante de las recomendaciones es tomar distancia, aclarar las ideas y hablar pronto y con la verdad. La respuesta impulsiva y reactiva, en un ejercicio de comunicación de crisis, dejará un rastro de titubeos y palabras sueltas que —como dicen en las películas policiacas— podrán ser usadas en contra.
El hecho, que podría llevarse a la narrativa melodramática como: héroe defiende a indefenso de villana avara. Se hizo viral rápidamente, justamente por la misma razón por la que la telenovela tiene éxito. Porque la gente se ve identificada en las situaciones de injusticia social, porque la opinión pública se pone del lado del desvalido y ‘el que tiene modo que se joda’.
Las declaraciones de la cofundadora de la ‘afamada’ feria de emprendimiento son un claro ejemplo de lo que no se debe hacer ante una crisis de comunicación. Desconociendo el poder de la empatía salió a un medio de comunicación de alta audiencia a manifestar que “por un pedazo de pizza” se estaba destruyendo su maravilloso y trabajado evento. Pobre ignorante, se quiso vender como víctima y solo se ganó la animadversión de la opinión pública enardecida en las redes sociales y aupada por dos de los más reconocidos opinadores del país: Félix de Bedout y Daniel Samper.
Ante un festín amarillista el denunciante, envalentonado, sacó provecho de un acto que inicialmente pareció generoso, pero que después se desdibujó ante el revanchismo y el rédito obtenido en la presencia mediática y social. —No hay de qué hacer un caldo—.
Melodrama, medios de comunicación y plataformas sociales crearon una fórmula mediática que se alimentó del anuncio de otras marcas que, según las propias redes sociales, cargan el mismo pecado de la propia feria, pero que, en el ejercicio rapaz de la búsqueda de figuración, anuncian que se retirarán de las próximas ediciones del evento por la contradicción con sus valores ‑pudieron simplemente no volver‑. Mientras, las cadenas de pizza aprovecharon la alharaca y crearon una, rápida y conveniente, estrategia de márquetin blanco que las pone en el otro lado de la ecuación como generosas damas de la caridad.
Al final… todo es comunicación. ¿Se dan cuenta?
Zapping: A propósito del actual debate por la eutanasia, el derecho a morir dignamente no se puede quedar pegado en el óxido de mentes que privilegian sus creencias por sobre el dolor físico tangible o la desolación irremediable. Cada cual que crea en lo que quiera y deje que los demás hagan lo propio.
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