No se ha sentado aún la maestra Patricia Ariza en la silla de ministra de cultura y ya está planeando cómo meternos la mano al bolsillo. Muy a pesar de que el presidente electo Gustavo Petro afirmó en su campaña una y otra vez que los impuestos no serían para los menos favorecidos. Esto dijo, en campaña, en su cuenta de tuiter respondiéndole a Sergio Fajardo quien lo tildó de hacer populismo facilista: “Sergio, ¿no pensará usted subirle impuestos a una clase media ya derruida, o peor aun, a los pobres? 4.000 personas dejaron de pagar impuestos por 15 billones al estado desde el año pasado y podrían pagar 40 billones anuales adicionales en una propuesta de justicia tributaria… Son las personas más ricas de Colombia, y los impuestos que propongo subirles no son a su patrimonio productivo, sino a su patrimonio improductivo…”
En junio, sobre el mismo tema, Petro le dijo a Semana “¿Dónde va a recaer el impuesto? No lo vamos a hacer para los asalariados, no lo vamos a hacer sobre los que comen y las que comen, es decir, sobre la población…” Intuiría uno que los que comen y las comen somos los que antes denominó “clase media derruida y los más pobres”. Al parecer, si la gestión de la futura mincultura surte efecto —creo que no lo hará— sumado a la carestía, cada vez comeremos menos, por cuenta de que seremos quienes pagaremos los globos que cada ministro se inventa.
La desconexión de los ministros designados con las ideas de su líder es en varios campos, en parte porque se va cumpliendo, sin iniciar el gobierno, el vaticinio de otro de sus ministros designados, Alejandro Gaviria, quien dijo en una entrevista con Alejandro Riaño: “Yo le puedo describir como va a ser el gobierno de Petro… el primer año él nombra un buen gabinete de unidad nacional, no lo logra cohesionar, pasan seis u ochos meses y no pasa mucho, se le desbarata el gobierno y Petro empieza a tuitear como loco y básicamente es ese conflicto que crea de manera permanente. Y la agenda del país gira en torno al tuiter de Petro y no se hace nada”
Patricia Ariza tiene criterio y por eso ha salido a proponer, pero creo que se ha apresurado, pretender gravar los planes de telefonía celular de más de $38.000 con un impuesto del 4% es literalmente meterle la mano al pantalón a “los que comen y las que comen”. Debería antes contarnos qué piensa hacer con los recursos asignados en el presupuesto general de la nación —este año fueron 492 mil millones de pesos—, cómo va a conseguir que le asignen más, sin clavarnos a los colombianos, y cómo va a priorizar los recursos.
Vale la pena revisar la manera como se han invertido los dineros, que ya existen, provenientes de la telefonía móvil con destinación específica al patrimonio cultural. —Ese será tema de otra columna—.
Zapping: Para seguir con la cultura y los cortos circuitos ministeriales, ¿Qué pensará la maestra Patricia Ariza de este tuit que publicó el gran Cholo Valderrama, apropósito de los anuncios de la ministra designada Cecilia López? “Si se acaba el ganado, se acabarán los caballos, luego los llaneros, y el joropo; solo quedará el silencio omnipresente en la desaparición de una cultura. El llano: solo, rapio, triste…” El arte,sublime, defendiendo la cultura de los que dicen que la defienden.
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