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lunes, 17 de junio de 2024

70 años de Televisión y Melodrama

 Hoy cumple 70 años la televisión en Colombia, un hito que invita a reflexionar sobre su impacto en la cultura y la sociedad. Ningún género es más representativito que el melodrama dentro de la programación de la Tv en nuestro país. La telenovela, como dijo Martín-Barbero, es nuestro producto de exportación nacional. A través de las décadas, las telenovelas se han convertido no solo en un reflejo de la realidad colombiana, sino en embajadoras de nuestra cultura llevando nuestras historias a rincones insospechados del mundo.

 

Jesús Martín-Barbero, nuestro recordado teórico de la comunicación nos dejó, apropósito, justo hace 3 años, el 12 de junio de 2021 y fue uno de los más lúcidos analistas de este fenómeno. En su obra, Martín-Barbero subraya que la telenovela es mucho más que un simple entretenimiento; es un vehículo que transporta y transforma la cultura popular, un espejo en el que se miran las esperanzas, los conflictos y las aspiraciones de la sociedad.

 

Además, sostiene que la telenovela en Colombia ha sido un instrumento poderoso de construcción de identidad nacional. A través de sus tramas, personajes y escenarios, ha logrado conectar a las audiencias con sus raíces y, al mismo tiempo, proyectar una imagen de Colombia al exterior.

 

La historia de la televisión colombiana está intrínsecamente ligada a la evolución de la telenovela. Desde sus inicios en 1954 con el teleteatro y posteriormente con la telenovela llamada El 0597 está ocupado (1959) donde actuaron Raquel Ercole, Rebeca López, Roberto Reyes y Álvaro Ruiz entre otros, pasando por experimentos narrativos como Leche (1996), primera novela interactiva nacional, o mundos distópicos como La Dama del Pantano (1998)hasta grandes éxitos en pantalla como Café (1994), Pedro el escamoso (2001) o Yo soy Betty la fea (1999), la telenovela ha evolucionado junto con la sociedad colombiana. 

 

La telenovela ha desempeñado un papel protagónico en la mediatización de la vida social,política y cultural en Colombia. Ha abordado temas controversiales, ha denunciado injusticias pero, sobre todo ha mostrado la idiosincrasia nacional. Obras como: Gallito Ramírez (1986) Azúcar (1989),La casa de las dos palmas (1990) La Potra Zaina (1993) Escalona (1991),solo por mencionar algunas, llevaron a la pantalla chica los modos de ser de la cultura costeña, valluna, antioqueña, y llanera. A través de sus narrativas, la telenovela ha influido en la opinión pública y ha sido un espejo crítico de la realidad nacional. Así, la telenovela no solo ofrece una escapatoria de la realidad diaria, sino que se entrelaza con esta, influyendo en las percepciones y emociones de las audiencias. Las tramas melodramáticas, cargadas de emociones intensas y conflictos familiares o laborales, resuenan profundamente en la audiencia colombiana que las encuentra como un reflejo de su propia realidad o como un referente por lo que luchar.

 

Hoy, recordamos a Martín-Barbero y su legado y celebramos 70 años de la televisión en Colombia. Como he dicho en otras columnas: ¡Larga vida a la televisión!

 

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Televisión y OTT

 En el marco del mes de la Televisión en Colombia, resulta oportuno reflexionar sobre el reciente estudio titulado “El rol de los servicios OTT en el sector de comunicaciones en Colombia – 2023” publicado por la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC). Este informe arroja luz sobre el comportamiento de los consumidores frente a los servicios de televisión y destaca las tendencias emergentes en el panorama mediático del país.

 

El estudio revela que el televisor sigue siendo el dispositivo más presente en los hogares colombianos, con un 97% de penetración. Dentro de estos hogares, más de la mitad cuentan con un Smart TV, superando significativamente a los computadores portátiles, que se encuentran en uno de cada cinco hogares. Este dato subraya la importancia del televisor como centro de entretenimiento y acceso a servicios OTT (Over-the-Top), tales como Netflix, Disney+ entre otros.

 

Los hallazgos indican que, según los hábitos de consumo de tv de las personas que cuentan con televisor en el hogar, el 58% recibió la señal por medio de televisión por suscripción, el 24% lo hizo por antena aérea (analógica) y el 14% por TDT. Lo que revela, aún, un número importante de televidentes de señal abierta radiodifundida en el país.

 

El estudio también evidencia una menor exposición de los colombianos a los canales internacionales, tanto entre semana como en fin de semana, en comparación con los canales nacionales. Entre semana, el 59% de los encuestados no vio canales internacionales, frente al 37% que no vio canales nacionales, mientras que el fin de semana las cifras fueron 63% y 42% respectivamente. En contraste, la exposición a contenidos audiovisuales en aplicaciones pagas es similar a la de los canales nacionales, mientras que la exposición a aplicaciones gratuitas se asemeja más a la de los canales internacionales.

 

A pesar del auge de las aplicaciones pagas y gratuitas, la mayoría de los colombianos no están abandonando la televisión abierta "por antena", y más del 79% continúan viendo televisión por suscripción o canales premium en lugar de cambiar exclusivamente a contenidos en aplicaciones. Este comportamiento sugiere que, aunque hay una diversificación en las fuentes de contenido, la televisión tradicional aún mantiene un lugar importante en los hábitos de consumo mediático de los colombianos.

 

En términos de contenidos, se observa una marcada diferencia entre los medios tradicionales y las plataformas digitales. Mientras que las noticias y las novelas dominan la preferencia en la televisión convencional, las películas y series lideran en las aplicaciones en línea. Este patrón de consumo refleja un cambio generacional y de hábitos, donde la flexibilidad y la oferta variada de las plataformas OTT siguen ganando terreno.

 

La publicación de este estudio en el mes de la Televisión es una oportunidad para reflexionar sobre cómo los servicios OTT están redefiniendo el consumo de medios en Colombia. La televisión, aunque sigue siendo un pilar en los hogares, está compartiendo protagonismo con nuevas formas de acceso y contenido que ofrecen las plataformas digitales, pero, como he dicho en otras oportunidades: ¡No ha muerto! 

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Comunicación Digital III

En nuestras columnas anteriores, hemos discutido las transformaciones en la producción y circulación de contenidos en la comunicación digital con base en la conversación con Carlos Scolari. En esta tercera y última entrega, nos adentraremos en la evolución del concepto de "transmedia" y su relevancia actual, además de explorar el impacto emergente de la inteligencia artificial en la comunicación.

 

Scolari, cuando propuso el concepto de transmedia en 2013, señaló que estaba en ascenso, siguiendo el ciclo de vida de conceptos tecnológicos que, según la teoría de Moore, dura aproximadamente 18 meses. Sin embargo, ya han pasado más de once años desde entonces. ¿Cómo ha evolucionado este concepto? Scolari explica que depende del contexto sociocultural de cada país. Mientras que en Estados Unidos el concepto de transmedia ha sido asimilado al punto de que ya no se menciona explícitamente, en lugares como Italia y América Latina, el término aún está en fase ascendente.

 

En los primeros años del siglo XXI, muchas empresas y profesionales de la comunicación adoptaron el término "transmedia" para diferenciarse, afirmando que no solo diseñaban contenidos para un único medio, sino que creaban narrativas que se extendían a través de múltiples plataformas y buscaban la participación activa del público. "Hoy en día, todas las empresas quieren hacer narrativas transmedia o ya están haciendo narrativa transmedia," afirmó Scolari. Esto ha llevado a una saturación del término, similar a lo que ocurrió con "multimedia" en los años 80 y 90.

 

Además señaló que la narrativa transmedia no ha desaparecido; al contrario, se ha integrado tan profundamente en las prácticas de creación de contenido que ya no se menciona como algo novedoso. En cambio, lo que actualmente llama la atención y sirve para diferenciarse son las "narrativas inmersivas," que incluyen experiencias de realidad aumentada y virtual. "Hoy la vanguardia narrativa está más enfocada en las narrativas inmersivas," nos dijo. A diferencia de las narrativas transmedia, que involucran a miles o millones de personas, las narrativas inmersivas suelen ser experiencias más individuales.

 

La transición hacia nuevas formas de narrativas no implica la obsolescencia de las anteriores. "La narrativa inmersiva no es la fase superior de la narrativa transmedia, es otra cosa," aclaró Scolari. Esta evolución es natural y depende del contexto y las necesidades de cada sociedad y mercado.

 

El siguiente gran cambio en la comunicación digital podría venir de la mano de la inteligencia artificial (IA). Aquí surge la pregunta: ¿podríamos considerar la IA como un medio? Según Scolari, depende de la definición de "medio." Para Marshall McLuhan, cualquier tecnología era un medio, por lo que probablemente diría que la IA generativa es un medio. Sin embargo, si usamos una concepción más tradicional y restrictiva, la IA no sería un medio en sí mismo, sino una herramienta que participa en la generación de contenido.

 

Según el teórico "La inteligencia artificial por sí misma no va a generar una buena historia, necesita que nosotros introduzcamos las instrucciones,". Esta relación dialéctica entre el ser humano y la tecnología no es nueva, aunque ahora es mucho más compleja y avanza a una velocidad arrasadora.

 

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Comunicación Digital II

 En la columna anterior, exploramos las transformaciones que han marcado la producción y circulación de contenidos en la comunicación digital, basándonos en la conversación con Carlos Scolari. Hoy, vamos a adentrarnos en el concepto de "prosumidor", un término que algunos académicos se han preguntado si ha evoluccionado desde su aparición.

 

Carlos Scolari nos recordó que el concepto de prosumidor, o "prosumer" en inglés, fue introducido por Alvin Toffler en 1980. Toffler era, según Scolari, un futurólogo quien predijo que las personas no solo consumirían información, sino que también la producirían. Por supuesto, en esa época no se podía prever la aparición de plataformas como Facebook, pero la idea estaba clara.

 

En la década de 2000, la posibilidad de que las personas generaran contenidos a través de blogs, redes sociales y otras plataformas comenzó a hacerse realidad, validando la predicción de Toffler. Sin embargo, el término prosumidor ha sido objeto de críticas en algunos círculos académicos. Se ha propuesto incluso reemplazarlo con términos como "produsuario", combinando productor y usuario, para reflejar mejor la dualidad de roles.

 

¿Qué piensa Scolari sobre estas críticas y la vigencia del concepto? Según él, aunque podamos tener debates semánticos y teóricos, es innegable que el concepto de prosumidor sigue siendo relevante. "El viejo consumidor de la televisión o la radio, el Homero Simpson que se ponía frente a la pantalla con una cerveza, todavía existe", comentó Scolari. Sin embargo, muchas personas también dedican parte de su tiempo a generar contenidos, ya sea de manera profesional o como aficionados, produciendo incluso contenido de fanfiction, es decir piezas mediáticas inspiradas en grandes producciones de películas, libros o series relizadas por usuarios del común.

 

Scolari argumenta que el concepto de prosumidor está vigente: "Si el concepto está bien explicado y trabajado, sigue siendo válido. No hay que asustarse. No todo el mundo es prosumidor, pero eso no lo invalida". De hecho, la producción de contenido en plataformas como Wikipedia, foros de discusión y software libre como Linux, sigue siendo dominada por una minoría activa. "Siempre es una minoría la que genera contenido. Algunos hablan de un 80-20%, otros de mucho menos", nos dijo refiendose a la teoría de la larga cola.

 

Este fenómeno se observa en diversas comunidades online, donde una pequeña proporción de usuarios produce contenido que es consumido por muchos más. "Esto pasa en el mundo del software libre, en las Wikis, y en foros de discusión. No es que el concepto necesite ser masivamente adoptado para ser legitimado. Un pequeño porcentaje de fans de Marvel puede generar fanfiction que es leída por millones".

 

La realidad es que, aunque solo una fracción de los usuarios de plataformas digitales generen contenido, su impacto es significativo. Por ello, Scolari concluyó que es viable seguir utilizando el concepto de prosumidor, eso sí, estando atentos a los cambios que puedan surgir. "Quizás un día el concepto ya no dé para más y tengamos que inventar otro, pero por ahora sigue siendo útil para entender la dinámica de la producción y consumo de contenido en la era digital".

 

En la próxima columna, seguiremos explorando cómo estos cambios afectan nuestro panorama comunicativo.

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Comunicación Digital I

 Hace una semana conversamos con uno de los teóricos más relevantes de la comunicación digital en español, Carlos Scolari, quien estuvo de visita por estas tierras para dar conferencias y talleres en la Uniquindío y presentar su nuevo libro “Sobre la evolución de los medios”. Les dejo, en esta primera columna sobre el tema, una relatoría de lo que emergió en la charla.

 

Al analizar las características de las nuevas formas de comunicación, dijo Scolari que nos adentramos en un universo en constante transformación y destacó los profundos cambios que han marcado la producción y circulación de contenidos en el ámbito de la comunicación.

 

Recordó que en tiempos pasados, el rol del corrector en las redacciones de prensa era fundamental, pero hoy la corrección automática ha desplazado esta figura icónica. Lo mismo ha sucedido con el archivador, cuyo trabajo se ha visto sustituido por sistemas digitales de gestión de contenido. La digitalización ha permeado cada aspecto de la producción, simplificando tareas y abriendo paso a nuevas figuras profesionales, como los diseñadores de infografías, cuya relevancia ha ido en aumento.

 

El surgimiento del community manager, aunque no tan claro en aquel entonces, representa otro hito en la evolución de la producción comunicativa. A medida que avanzamos, la introducción de la inteligencia artificial generativa y otras tecnologías está redefiniendo aún más los procesos de creación de texto e imagen. El New York Times ya cuenta con un editor especializado en inteligencia artificial, evidenciando el papel creciente de la tecnología en la producción de contenidos.

 

En cuanto a la circulación y transformación textual, las máquinas generadoras de texto e imágenes están impactando directamente en cómo consumimos información. El concepto de "prosumidor", ese consumidor que también es creador de contenido, ha cobrado una relevancia sin precedentes. En solo 16 años, desde que estas ideas comenzaron a tomar forma, hemos sido testigos de un crecimiento exponencial en la manera en que producimos, circulamos y consumimos contenido.

 

Scolari en su libro del 2008 “hipermediaciones” propuso, a partir de otros teóricos, las características de la comunicación digital: ditalización,multimedialidad, hipertextualidad, reticularidad y la interactividad. Le pregunté por esta última y si mantenía la misma relevancia. 

 

A lo que respondió: ” yo creo que sigue siendo un factor muy importante, porque nosotros, desde que nos levantamos a la mañana, agarramos el móvil… ¿Qué hacemos? Interactuar.” Además de las características conocidas ya mencionadas el teórico de la comunicación señaló la emergencia de la ubicuidad como un elemento clave debido a la comunicación móvil omnipresente, así como el concepto de generación vinculado a la inteligencia artificial generativa, que está transformando la producción y consumo de información en la era digital. Estas reflexiones subrayan las nuevas dimensiones que están dando forma a nuestro panorama comunicativo actual y futuro.

 

Seguiremos revisando este tema en la próxima columna.

 

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Audiencias activas

 La Sesión de Contenidos Audiovisuales de la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC). Ha emitido una resolución en la que establece que los operadores del servicio público de tv deberán adoptar mecanicismos de participación ciudadana para el diseño de sus parrillas de programación. Esto sin intervenir en el derecho que les asiste a los canales de implementar sus contenidos de manera autónoma y libre.

 

Según la CRC “estos  mecanismos  buscan  asegurar  que  el  público  tenga  la oportunidad de influir, opinar y participar de manera significativa en las decisiones relacionadas con la programación y los contenidos transmitidos”.

 

En un ejercicio de planeación de carácter académico, diría yo, el artículo 15.3.1.2 de la resolución 7348, propone niveles de compromiso o intervención que van desde la participación más profunda, denominada “empoderar” hasta la más básica que es “involucrar”.

 

Respecto al nivel denominado “empoderamiento”, la CRC propone, por ejemplo: Procesos de co-creación de contenidos con  la ciudadanía o la conformación de equipos editoriales que tengan la capacidad de influir en temas, proyectos y contenidos. 

 

En cuanto al nivel intermedio de participación, denominado “Colaborar”, la CRC plantea la opción de emitir contenidos realizados por la ciudadanía. También, la promoción de contenidos digitales de prosumidores ciudadanos y finalmente el involucramiento de la comunidad (entendería yo que la gente del común, no productores audiovisuales, quienes también son ciudadanos)en los procesos de producción.

 

El último de los niveles lo denominan “Involucrar”, en este se contemplan estrategias como participación de la ciudadanía por redes sociales, espacios virtuales que le den pantalla a los ciudadanos, actividades como eventos académicos o mediáticos e interacción a través de las plataformas de comunicación disponibles.

 

Para la implementación de estos procesos la CRC estableces plazos, niveles de exigencia según la cobertura y capacidad de los operadores del servicio de televisión y la obligatoriedad de informes periódicos de ejecución.

 

En mi criterio, la iniciativa es positiva en la medida en que amplía la posibilidad de tener nuevas perspectivas al aire, sin embargo, puede ser burlada, debido a que las exigencias pueden darse por cumplidas con acciones mínimas. 

 

Por otro lado, existe un riego muy grande de intervención de oportunistas que, amparados en los nuevos derechos, exijan uso de los espacios ciudadanos para el beneficio político o financiero de grupos específicos. No hay que ir muy lejos, basta con mirar lo que sucede con la televisión y la radio comunitaria. Queda también abierto el bache, del que ya se tienen algunos antecedentes, del abuso de “veedores ciudadanos” que amparados en este tipo de reglamentaciones quieren apropiarse de espacios para su proyección personal. Aclarando que no es el actuar de todos sino de algunos que hace mal uso de la figura.

 

Ya veremos en la aplicación si logra dar pantalla a la ciudadanía o si se convierte en un requisito más para los operadores que, día a día, deben luchar por mantener la audiencia, lo que implica la producción de contenidos profesionales y atractivos.

 

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Niños e internet

 El uso de Internet hace ya parte fundamental de la vida de niños y adolescentes en Colombia. Un recién publicado estudio realizado por la Universidad de los Andes, Tigo y Aulas en Paz, da luz sobre los desafíos y oportunidades que enfrenta esta población en el mundo digital.

 

El estudio contó con la participación de padres de familia y profesores, pero, el punto de interés estaba en los niños que, según la metodología revelada por los investigadores, contó con 5.718 niñas, niños y adolescentes participantes, de los cuales el 51,2% eran mujeres y el 44,7% eran hombres. Más de un 64% tenía 13 años o más y en su gran mayoría provenían de zonas urbanas. 

 

Revela el informe, que puede ser consultado en la página contigoconectados.com, que entre el 40% y el 60% de los jóvenes dedican tan solo una hora o menos de su tiempo a actividades del mundo real, lo que plantea que gran parte de su tiempo están conectados a internet.

 

Una de las principales preocupaciones es el acceso temprano a las redes sociales, donde muchos menores de 13 años tienen perfiles en plataformas como WhatsApp y TikTok. Esto supone un reto de seguridad respecto a la exposición de los menores en la red a contenidos no aptos, por lo que se subraya la necesidad urgente de promover la educación digital desde edades más tempranas y de la creación de estrategias efectivas de acompañamiento de padres o tutores. 

 

Aunque los jóvenes aprovechan internet para aprender, crear y mantener relaciones sociales, también enfrentan una serie de riesgos. El estudio destaca la alta exposición a contenido perjudicial, por ejemplo: “El 20% de la muestra reportó haber visto formas de hacerse daño o herirse a sí mismo, el 17% formas de quitarse la vida, el 23% información sobre cómo estar muy delgado/a, y el 16,9% mensajes de odio contra ciertos grupos. Además, el 17% vio experiencias de consumir drogas y el 32% imágenes violentas sobre cómo lastimar a otros.”

 

En este escenario, el papel de los adultos, tanto en el hogar como en la educación, es crucial. Si bien muchos padres establecen reglas sobre el tiempo en línea, es necesario un mayor involucramiento activo y una supervisión más constante. 

 

Del mismo modo, los profesores desempeñan un rol clave en la enseñanza del uso seguro de internet, pero es necesario que aborden estas cuestiones de manera efectiva y adaptada a las formas narrativas de los jóvenes.

 

Es importante reconocer, conforme al estudio, que la mediación parental técnica puede reducir los riesgos del uso excesivo de internet, mientras que una mediación restrictiva puede aumentar la exposición a riesgos. Una mediación activa y consciente, especialmente en temas de seguridad, está vinculada a una experiencia en línea más positiva para los niños y adolescentes.

 

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